Lo primero que debes saber es que el riego más ideal para nuestro jardín es la lluvia. Pero evidentemente no puedes controlarla cada vez que la necesitas, por lo que debes recurrir a sistemas artificiales de riego para que el césped de tu jardín permanezca verde, fuerte y fresco.
Por eso, hoy te contaremos sobre los difusores de riego y cómo elegir el difusor de riego que necesitas.
El difusor es el elemento de riego sobre el que se instala, en su parte superior, una tobera que nos determina la zona a regar y se conecta a la tubería de alimentación de agua (por lo general, por la parte de abajo).
Los difusores se caracterizan por un cuerpo central emergente que se eleva cuando recibe la presión del agua y se esconde al nivel del suelo cuando ha terminado el riego, mediante un sistema de muelles. A diferencia de los aspersores son más pequeños y emiten un rocío de gotas pequeñas cuyo patrón se asemeja a un ventilador.
Se recomienda su uso para el riego de espacios de pequeñas dimensiones, como pueden ser conjuntos de flores, arbustos, praderas o céspedes, con un alcance de entre 2 y 5 metros, según la presión del agua y la boquilla que lo encabece.
¿Qué debemos tener en cuenta para elegir un difusor?
Lo primero que debes tener en cuenta a la hora de elegir los difusores será conocer las dimensiones de tu jardín. Por lo general se recomienda hacer un estudio y un plano de distribución para concretar la ubicación de las tuberías, las electroválvulas y los difusores.
Los metros cuadrados y la altura de los macizos de flores y los arbustos, nos dará una idea de la altura de elevación del vástago que sujeta la tobera en el difusor, por lo general son de 5, 7.5 y 10 centímetros, aunque hay marcas que los fabrican de 15 y 30 cm.
También deberás tener en cuenta el radio de riego, ya que la distancia entre los difusores será igual a su alcance.
Para obtener un riego uniforme es imprescindible que se solape el riego de los distintos difusores, asegurando de este modo la distribución uniforme de agua y que no queda ninguna zona por regar.
Por último elegiremos las toberas o boquillas. Éstas se diferencian por su ángulo o sector de riego que puede ser fijo (90º, 120º, 180º, 240º, 270º y 360º) y de ángulo variable con las que podemos ajustar el sector de riego más preciso en zonas irregulares entre 0º y 360º.
La cantidad de riego (pluviometría) viene determinada también por un orificio en la boquilla, que puede ser de 1mm, 1.5mm, 2mm. Existe una gran variedad de boquillas. Por eso los fabricantes utilizan un código de colores que las distingue.
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